El fenómeno de la extorsión telefónica en México tiene sus orígenes a principios del año 2000, cuando el acceso a la telefonía celular se amplió a un mayor número de sectores de la población, además los delincuentes han aprovechado la comunicación a través de las redes sociales y plataformas de mensajería virtual, señalan autoridades de seguridad federal.
En la entidad colimense se han cometido 63 casos de extorsión en lo que va del mes de enero a junio del 2023; en enero fueron 7, en el mes de febrero no se tiene el registro de delitos de extorsión, mientras que en marzo fueron 18, en abril 14, en mayo 15 y en junio 9.
Aunque se ha visto una disminución con respecto al 2022 cuando se denunciaron un total de 70 casos de extorsión durante el mismo periodo; así se muestra en las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Se ha hecho uso de la tecnología, pues de acuerdo con los registros de las autoridades de seguridad han informado el robo de datos y fotografías de los perfiles de usuario de sus posibles víctimas.
Existen dos tipos de extorsión, la directa e indirecta. La primera modalidad ocurre cuando el delincuente se presenta físicamente en el establecimiento o domicilio particular, para amenazar al propietario o al personal que ahí labora.
Mientras que la extorsión indirecta se detectan varias versiones de este tipo de delitos, en el que es frecuente el uso del servicio de telefonía o redes sociales. Por ejemplo, notificaciones falsas sobre algún premio; secuestro virtual de algún familiar; familiar extranjero detenido; amenaza de muerte o incluso deudas contraídas.