Ningún lugar está exento de delitos, violencia y victimización, así lo explica el Manual sobre la aplicación eficaz de las Directrices para la prevención del delito de las Oficinas de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Por otro lado, señala que el conocer los factores que ponen en riesgo a poblaciones, comunidades e individuos permite canalizar estrategias y programas de prevención hacia las áreas y barrios en alto riesgo, o los grupos de personas ya sumidos en la delincuencia o en situación de riesgo.
Las directrices para la prevención del delito los diversos enfoques y programas de prevención se agrupan en cuatro categorías principales, que son la prevención del delito mediante el desarrollo social, la prevención de base local o comunitaria, así como de situaciones propicias al delito y programas de reinserción social.
Algunas herramientas que Colima utiliza y en las cuales es ejemplo a nivel nacional de acuerdo con el Consejo Nacional de Seguridad Pública, son en el uso de redes, grupos de Whatsapp, llamadas al 911; además en la participación de la gente en juntas vecinales para compartir las problemáticas y posibles soluciones.
En este documento se explica que el gobierno, a todos los niveles, tiene la responsabilidad de crear, mantener y promover un contexto en que las instituciones pertinentes del gobierno y todos los sectores de la sociedad civil, incluido el sector empresarial, puedan cumplir mejor la función que les corresponde en la prevención del delito en cuanto a las estrategias a implementarse.