La situación de los migrantes deportados de Estados Unidos se complica cada vez más, a medida que las políticas implementadas por el presidente Donald Trump continúan generando efectos en la comunidad migrante.
Según especialistas, muchos de los deportados no permanecerán en su país de origen, sino que intentarán regresar a Estados Unidos. Juan Carlos Guerrero Anaya, líder de la Fundación para el Bienestar de los Paisanos AC, advirtió que alrededor del 80% de los migrantes deportados buscarán el "sueño americano" nuevamente, cruzando la frontera de manera irregular.
Guerrero Anaya explicó que uno de los principales motivos detrás de este fenómeno es la dificultad de integrar a los deportados en la economía formal de México. Los sueldos en Estados Unidos son, en promedio, tres, cuatro o hasta cinco veces superiores a los que se ofrecen en el país. Esta disparidad económica motiva a los migrantes a intentar regresar, a pesar de las adversidades.
El 95% de las personas deportadas son hombres menores de 35 años, una franja de edad en la que se encuentran en pleno potencial productivo. Estos migrantes provienen principalmente de estados como Puebla, Oaxaca, Nayarit y de la región del Bajío
Aunque la mayoría son hombres jóvenes, también hay una pequeña proporción de mujeres deportadas. Además, muchos de los deportados tienen estudios de nivel medio superior o universitario, lo que resalta su deseo de encontrar mejores oportunidades en el extranjero.
A pesar de que no es común, Guerrero Anaya mencionó que un 3 a 4% de la comunidad deportada está formada por adultos mayores. Estos casos, según el líder de la fundación, son especialmente trágicos, ya que estas personas han vivido gran parte de su vida fuera de México y ahora deben dejar atrás todo lo que han construido, incluyendo a sus familias y una vida establecida en EE. UU.
Respecto a los esfuerzos del gobierno mexicano y el sector empresarial para ayudar a los deportados, Guerrero Anaya reconoció que se están realizando esfuerzos importantes para integrar a esta comunidad. Sin embargo, destacó que se debe trabajar en coordinación con el sector social, a fin de enfrentar la crisis humanitaria que está afectando a los migrantes.
En este sentido, Guerrero Anaya hizo un llamado al Congreso de la Unión para aumentar el presupuesto destinado al Instituto Nacional de Migración (Inami) y a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Señaló que estas instituciones, que se encargan de atender a los migrantes y refugiados, carecen del personal y los recursos necesarios para ofrecer una atención adecuada. También destacó la necesidad de apoyo para los refugios de migrantes, que son principalmente gestionados por religiosos o organizaciones no gubernamentales (ONG).
Finalmente, Guerrero Anaya acusó al gobierno de Donald Trump de estar buscando excusas para invadir la privacidad de la comunidad migrante mexicana con políticas irregulares.
Aseguró que el gobierno estadounidense está violando los derechos humanos de los migrantes al criminalizarlos sin justificación. Ante esta situación, hizo un llamado a las autoridades mexicanas y a las organizaciones sociales para protestar contra las políticas migratorias de EE. UU., que considera injustas y perjudiciales para la comunidad migrante.