La economía mexicana se encuentra en una fase crítica, con indicios de una posible contracción a corto plazo, según lo indicado por el Sistema de Indicadores Compuestos: coincidente y adelantado, desarrollado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)
El indicador adelantado, que anticipa la dirección de la economía en el corto plazo, alcanzó 99.7 puntos en diciembre, marcando una caída de 0.13 puntos respecto a noviembre y representando su octava disminución consecutiva. Esta cifra es alarmante porque indica un debilitamiento persistente en las expectativas económicas.
Por otro lado, el indicador coincidente, que evalúa el estado actual de la economía, se ubicó en 99.9 puntos, lo que representa el nivel más bajo desde marzo de 2022. Este indicador también experimentó una reducción de 0.06 puntos en comparación con octubre.
Estos indicadores muestran un crecimiento que se sitúa por debajo de la tendencia habitual, una situación que no se había observado desde la recesión de 2019-2020
En diciembre, cuatro de los seis componentes del indicador adelantado mostraron caídas notables: el empleo manufacturero disminuyó 0.26 puntos y el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) cayó 0.11 enteros.
La situación se complica aún más con la caída del indicador global de actividad económica (IGAE), que retrocedió 0.09 puntos, junto con reducciones en manufacturas y ventas minoristas.
Conocer anticipadamente si hay contracciones económicas es vital para los ciudadanos. La información sobre estos cambios permite a las personas y empresas prepararse para posibles repercusiones como el aumento del desempleo y la reducción del ingreso familiar
Las contracciones económicas suelen traducirse en un deterioro del bienestar social y pueden provocar tensiones políticas y sociales significativas. Además, los ciudadanos pueden tomar decisiones informadas sobre sus finanzas personales, como ahorrar o invertir de manera más cautelosa.