El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvieron este viernes una llamada telefónica en la que reafirmaron su interés en avanzar hacia un acuerdo económico bilateral.
Durante la conversación, el líder británico expresó su compromiso con un comercio "libre y abierto", al tiempo que destacó la importancia de proteger los intereses nacionales del Reino Unido.
De acuerdo con un comunicado de Downing Street, ambos mandatarios discutieron sobre las "conversaciones productivas y en curso" entre ambas naciones en materia de comercio. Estas pláticas se enmarcan en un escenario global tenso, marcado por el reciente anuncio de aranceles por parte del Gobierno estadounidense.
La administración Trump impuso inicialmente un gravamen del 10% al Reino Unido, el mínimo estipulado, pero Londres decidió no responder con medidas similares, con la intención de mantener el diálogo abierto y lograr un acuerdo más amplio y beneficioso. En los días posteriores, Trump redujo la tasa a ese mismo 10% para la mayoría de los países durante un periodo de 90 días, lo que ha sido visto como una señal de disposición para negociar.
El vicepresidente estadounidense, JD Vance, declaró esta semana al portal británico UnHeard que ambos gobiernos trabajan "intensamente" en un tratado comercial que podría ser clave para fortalecer los lazos económicos en los próximos años. Aunque no se han revelado detalles concretos del posible acuerdo, la voluntad política parece estar del lado de la cooperación.
Trump también confirmó este jueves que visitará el Reino Unido en septiembre en una visita de Estado. La invitación fue entregada personalmente por Starmer en febrero pasado, cuando el primer ministro británico viajó a Washington para sostener reuniones con su homólogo estadounidense. El presidente norteamericano destacó su "buena relación" con la monarquía británica como parte del clima favorable entre ambas naciones.
Durante la llamada telefónica, los líderes también abordaron temas de seguridad internacional, entre ellos el conflicto en Ucrania, la situación con Irán y las recientes acciones militares contra los hutíes en Yemen. Estos asuntos, indicaron, seguirán siendo parte del diálogo entre ambos gobiernos en los próximos meses.
La conversación entre Starmer y Trump se interpreta como un paso más en la búsqueda de una relación económica sólida entre ambos países, en un contexto donde el comercio internacional se ha convertido en un eje clave de las políticas exteriores tanto de Londres como de Washington.
