La oposición en el Congreso, encabezada por el PRI, abandonó a Morena apostando por el desacato a un ordenamiento de un tribunal colegiado que dio un amparo a Lucila Ayala de Moreschi.
El Congreso local debía leer en tribuna y confirmar estar de acuerdo con la resolución del Tribunal, en una sesión en la que debía haber al menos 21 diputados y realizarse antes de medianoche del jueves, cuando se cumplían los tres días establecidos en la sentencia como fecha límite.
El amparo se anunció la última semana de marzo por un tribunal colegiado en Mazatlán, que integró un expediente de 278 páginas, en el que corrige una primera sentencia por un tribunal que negó la solicitud y enumera los errores que se cometieron.
Este se notificó hasta el lunes 22 de abril, y durante dos días el departamento jurídico trabajó los puntos que debía resolverse en el Pleno:
Primero, se debe dejar sin efecto el nombramiento de Héctor Samuel Torres Ulloa como Magistrado.
Segundo, dejar sin efecto el oficio que se le hizo llegar en marzo de 2017 para descartar a Lucila Ayala de Moreschi en la terna de selección de magistrados.
Tercero, reiniciar el proceso de notificación sobre la petición de ser ratificada a Lucila Ayala de Moreschi.
Cuarto, reiniciar el proceso de selección para magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa.
En el proceso, Héctor Samuel Torres Ulloa interpuso un recurso de aclaración, con el que intentó retrasar el proceso hasta que el Tribunal Colegiado que otorgó el amparo explique cómo deben hacerse los cambios.
Esa fue la excusa para que los diputados de las fracciones del PRI, PAN, PRD, PAS y los diputados por Morena Fernando Mascareño, Palestino Carrera y Mariana de Jesús Rojo Sánchez, así como de los diputados sin partido Karla Montero y José Manuel Valenzuela abandonaran la Cámara tras los acuerdos tomados por las comisiones de Puntos Constitucionales y Gobernación para leerse en el Pleno.
Para las 22:30 horas, en el Congreso solo había 20 diputados, y de no cumplirse con el mandato del Tribunal se incurriría en desacato, por lo que el grupo parlamentario de Morena prefirió reiniciar la sesión.
La Mesa Directiva del Congreso argumentó que por haberse iniciado una sesión con 32 diputados presentes, tener 20 diputados en sus curules implicaba tener quórum legal.
Ese acto que ya ha ocurrido en dos ocasiones antes, primero por la aprobación de un punto de acuerdo y después por la discusión del presupuesto 2019. En ambas ocasiones la oposición decidió abandonar la sesión, para después interponer acciones de inconstitucionalidad, las cuales se han rechazado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Los 20 diputados presentes votaron a favor del dictamen con los puntos establecidos por el tribunal colegiado, a la espera de que la oposición, encabezada por el PRI y que incluyó a tres diputados de Morena, vuelva a impugnar.