El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida ha aumentado este año y es uno de los mayores jamás registrados, según mediciones del satélite Sentinel 5P del sistema europeo Copérnico.
El agujero alcanzó un tamaño de 26 millones de kilómetros cuadrados el 16 de septiembre, aproximadamente tres veces la superficie de Brasil, indicó un comunicado de la Agencia Espacial Europea (ESA).
La nota recuerda que el agujero de la capa de ozono fluctúa con las estaciones, de forma que aumenta a partir de agosto para alcanzar su máximo anual entre la mitad de septiembre y la de octubre.
Los cambios de temperaturas en la estratosfera en el hemisferio sur hacen que el nivel de la capa de ozono vuelva a la normalidad hacia finales de diciembre.
El agujero de la capa de ozono se había ido recuperando lentamente en los últimos años después de que el Protocolo de Montreal, firmado hace ya 36 años, acordó la prohibición internacional de forma gradual del uso de los gases clorofluorocarburos (CFCs) y, posteriormente, de los hidrofluorocarbonos (HFCs).
El sistema de satélites Copérnico se dedica a la observación de la Tierra y el Sentinel 5P, lanzado en 2017, es el primero dedicado a la monitorización de la atmósfera. EFE
El agujero en la capa de ozono fue descubierto por primera vez en la Antártida en 1985 por científicos del British Antarctic Survey. Este hallazgo llevó a una mayor conciencia sobre los peligros de los productos químicos que agotan el ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC).
El agujero en la capa de ozono presenta riesgos significativos para la salud humana y el medio ambiente. La capa de ozono desempeña un papel crucial al absorber la radiación ultravioleta (UV) del sol. Cuando hay un agujero en esta capa, se permite que más radiación UV alcance la Tierra. Algunos riesgos asociados incluyen:
1. *Problemas de salud:* La exposición excesiva a la radiación UV puede aumentar el riesgo de cáncer de piel, cataratas y suprimir el sistema inmunológico.
2. *Impacto en la vida silvestre:* La radiación UV puede ser perjudicial para la vida marina, especialmente para las etapas tempranas de desarrollo de organismos acuáticos.
3. *Impacto en los ecosistemas:* Las plantas y los fitoplancton pueden verse afectados negativamente, lo que tiene consecuencias en la cadena alimentaria y los ecosistemas.
4. *Daño a materiales:* La radiación UV adicional puede degradar materiales como plásticos, maderas y textiles, afectando a la industria y la infraestructura.
Las medidas internacionales, como el Protocolo de Montreal, han llevado a la reducción gradual de sustancias agotadoras de ozono, lo que ha contribuido a la recuperación de la capa de ozono, aunque se espera que el proceso lleve décadas.