Con el objetivo de que en un futuro no lejano el humano pueda llegar a Marte en tan solo 45 días, la NASA seleccionó la primera fase de desarrollo de un nuevo cohete nuclear.
De acuerdo a un comunicado emitido por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), ya fue seleccionada la primera fase de desarrollo de una nueva clase de sistema de Propulsión Térmica Nuclear Bimodal. La cual podría reducir los tiempos de tránsito de las misiones a Marte a solo 45 días.
Este nuevo concepto consta de la fusión de dos elementos, ampliamente probados, que son la propulsión térmica nuclear y la propulsión eléctrica nuclear, mismo que forma parte del programa de Conceptos Avanzados Innovadores de la NASA para 2023.
ESPECIFICACIONES TÉCNICAS
El ciclo de propulsión nuclear térmica (NTP) consiste en un propulsor de hidrógeno líquido (LH2) calentado en el reactor nuclear, convirtiéndolo en gas ionizado (plasma) que luego se canaliza a través de boquillas para generar empuje. Por otro lado, la propulsión nuclear-eléctrica (NEP) se basa en un reactor nuclear que proporciona electricidad a un propulsor que genera un campo electromagnético que ioniza y acelera un gas inerte para crear empuje.
Ambos sistemas tienen ventajas considerables sobre la propulsión química convencional e incluyen un impulso específico más alto, mayor eficiencia de combustible y una densidad de energía prácticamente ilimitada; sin embargo, por separado, pueden presentar problemas para su empleo.
De acuerdo al profesor Ryan Gosse, líder del área del programa de hipersónicos de la Universidad de Florida, ambas propuestas exigen un diseño bimodal basado en un reactor NERVA (acrónimo de Motor Nuclear para Aplicación de Vehículos Cohete) de núcleo sólido que podría proporcionar un impulso específico con el doble del rendimiento actual.
El ciclo propuesto por Gosse también incluye un sobrealimentador de ondas de presión, o rotor de ondas (WR), tecnología utilizada en motores de combustión interna que aprovecha las ondas de presión producidas por las reacciones de combustión para comprimir el aire de admisión.
EL DATO...
Actualmente, una misión tripulada a Marte podría durar hasta tres años, con base en la tecnología de propulsión convencional. Lo anterior debido a que se aprovecha la oposición de Marte (cada 26 meses, cuando la Tierra y el planeta rojo se encuentran más cercanos) y pasarían un mínimo de seis a nueve meses en tránsito.
Un viaje a Marte de solo 45 días disminuiría el tiempo total de la misión a meses en lugar de años, reduciendo así significativamente los principales riesgos a la salud de las tripulaciones, que incluyen la exposición a la radiación y el tiempo que se pasa en microgravedad.
