A tres años desde el comienzo de la pandemia, es evidente que los jóvenes todavía continuan lidiando con secuelas psicológicas significativas. La magnitud de esta realidad se refleja en la persistente necesidad de apoyo psicológico, como lo demuestra el número de jóvenes que han buscado ayuda en el Instituto Duranguense de la Juventud (IDJ). Además, cabe destacar las visitas continuas a las instituciones educativas como parte del esfuerzo continuo por abordar esta problemática.
La titular del IDJ, Mayte Manzanera, ha compartido que los jóvenes gradualmente están rompiendo barreras al acercarse en busca de atención. Este cambio en la actitud hacia la búsqueda de ayuda para la salud mental es un paso significativo hacia adelante. La paulatina disminución de los tabús en torno a este tema está fomentando un ambiente más propicio para que los jóvenes reconozcan y aborden sus trastornos psicológicos.
La persistencia de secuelas psicológicas en los jóvenes no debería subestimarse ni pasar desapercibida. La pandemia ha dejado una profunda huella en la salud mental de las generaciones más jóvenes, y su disposición para buscar apoyo es un signo alentador de que están dispuestos a enfrentar y superar estos desafíos. El IDJ, con su compromiso constante de brindar asistencia psicológica, se está convirtiendo en un recurso fundamental en este proceso de recuperación.
La presencia continua del IDJ en las instituciones educativas es un recordatorio tangible de que el apoyo está al alcance de los jóvenes que lo necesitan. Estas visitas no solo ofrecen orientación y consejo, sino que también contribuyen a la normalización de la conversación sobre la salud mental. A medida que se derriban las barreras previas a buscar ayuda, más jóvenes se sienten empoderados para enfrentar sus problemas y buscar soluciones.
El camino hacia la sanación completa puede ser un proceso gradual, pero es alentador ver cómo la actitud de los jóvenes está cambiando con el tiempo. La inversión en la salud mental de las generaciones más jóvenes es una inversión en el futuro de la sociedad en su conjunto. El IDJ y otros organismos similares juegan un papel vital en este proceso al proporcionar el apoyo necesario para superar las secuelas de la pandemia y construir una base sólida para el bienestar a largo plazo.