La Secretaría de Educación Pública y Cultura optó por cambiar las políticas en torno a las suspensiones de clases por inestabilidad en el clima.
Sucedió tras las críticas hace un poco menos de un año, cuando se omitió por la dependencia declarar suspensión en los municipios del centro y norte del Estado cuando la tormenta tropical 19-E.
Aquella vez se anunció una suspensión de clases después de que la lluvia causara estragos en distintas ciudades y poblados de Sinaloa, entre ellas Culiacán y Los Mochis. Fue uno de los desastres naturales más graves en el Estado.
El argumento era que no se tenía información suficiente de la tormenta.
Ahora el trato es distinto, ya han ocurrido dos suspensiones de clases, la primera los días 22 y 23 de agosto, por un pronóstico de lluvias intensas que se cumplió.
La segunda ocasión fue este lunes, en el arranque del ciclo escolar para niños de los niveles preescolar, primaria y secundaria. La Secretaría de Educación prefirió hacer la suspensión en los municipios Elota, Cosalá, San Ignacio, Mazatlán, El Rosario, Escuinapa y Concordia.
Sucedió pese a que el pronóstico era reservado.
Para este lunes se esperó el regreso a clases de más de 600 mil niños y niñas de los niveles preescolar, primaria y secundaria, pero como medida de prevención, la Secretaría prefirió hacer la suspensión.
