Miles de manifestantes del movimiento de los "chalecos amarillos" en Francia participaron hoy, por octava semana consecutiva, en una movilización nacional contra el presidente Emmanuel Macron, al final de la cual se registraron varios incidentes y enfrentamientos con la policía.
La policía informó que en las protestas de este sábado, se congregaron por lo menos 25 mil personas en lugares simbólicos de ciudades como París, Burdeos, Toulouse, Lyon, Rennes, Nantes y Marsella, entre otras, sin ceder ante las concesiones del Ejecutivo ni al debate nacional que abrirá a mediados de este mes.
En general, las manifestaciones se desarrollaron de manera pacífica, aunque al final de la jornada estallaron incidentes y enfrentamientos con la policía, que culminaron con el arresto de unas 103 personas en París.
Ante el estallido de violencia, el ministro francés del Interior, Christophe Castaner, llamó a todos "a la responsabilidad y al respeto de la ley", de acuerdo con reportes del periódico local Le Figaro.
En París, se calcula que participaron entre mil 200 y mil 500 personas en la protesta que tuvo lugar sobre la Avenida de los Campos Elíseos hacia el Ayuntamiento, mientras que por la tarde un estimado de cuatro mil personas marcharon hacia la Asamblea Nacional.
Al final de la jornada en la capital francesa se produjeron incidentes luego de que manifestantes comenzaron a arrojar piedras, palos y otros objetos contra los oficiales de policía, quienes a su vez lanzaron gases lacrimógenos para intentar dispersarlos.
Más tarde, algunos manifestantes golpearon, volcaron y quemaron automóviles y motocicletas que se encontraban sobre el bulevar Saint-Germain, al tiempo que la situación parecía ser tensa en la Plaza de la Estrella, según los reportes.
Los servicios policiales indicaron que el nivel de participación en esta octava jornada nacional de manifestaciones fue menor en comparación con las 32 mil personas que marcharon el pasado sábado 29 de diciembre.
Las protestas de "chalecos amarillos" comenzaron en noviembre pasado, cuando miles de personas salieron a las calles francesas para expresar su oposición a los aumentos por el gobierno del presidente Macron a los impuestos sobre el combustible.
