El pueblo chileno rechazó con un aplastante 62,2 % la propuesta de nueva Constitución y decidió mantener el texto actual, heredado de la dictadura, según el 72,2 % de los votos escrutados.
"Hoy día no hay ganadores ni perdedores. Hay chilenos que nos tenemos que volver a encontrar", dijo el líder de la campaña del "Rechazo", Claudio Salinas.
La opción de aceptar la nueva Carta Magna, que consagraba un nuevo abanico de derechos sociales, fue apoyada por solo el 37,8 % de los electores.
Nada más confirmarse la tendencia en las urnas, decenas de personas comenzaron a festejar, en especial en los barrios acomodados de la capital, donde el rechazo ganó por más de 10 puntos de diferencia.
Una brecha similar a la que se produjo en Valparaíso, que junto a la región metropolitana de Santiago de Chile y Viña del Mar, suman cerca de la mitad de los más de 15 millones de personas llamados hoy a las urnas.
En un primer análisis de los resultados, el presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), fuerza conservadora, Javier Macaya, aseguró a la prensa que "esto superó absolutamente el escenario tradicional de la derecha contra la izquierda. Esa es la razón por la cual hoy día ha triunfado el sentido común".
En la misma línea, el senador del partido Socialista en la región meridional de Los Lagos, Fidel Espinoza, criticó duramente a los convencionales y les emplazó a hacerse responsables de lo que tildó de "debacle".
"Háganse responsables los señores convencionales de esta debacle. Redactaron una Constitución desde el odio y sus frustraciones", indicó.
"Quisieron ir por todo y nos dejaron sin nada, pasarán a la historia. Se lo dijimos hasta el propio Gabriel Boric hace meses. Nos ningunearon", añadió.
EL DÍA DESPUÉS
En pleno escrutinio, la prensa local reveló que el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha convocado a los líderes de todos los partidos políticos a una reunión este lunes en el Palacio de La Moneda para analizar los resultados.
La noticia se conoce en medio de las proyecciones que con apenas un 25 % del voto escrutado dan la victoria a los seguidores de opción del rechazo de la nueva Constitución, que mantendría en vigor la actual Constitución, escrita en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformada de forma parcial en democracia.
Tras votar esta mañana en su natal Punta Arenas, Boric, uno de los impulsores de la nueva Constitución, dijo que fuera el que fuera el resultado, convocaría a los partidos y a la sociedad civil para proseguir con el proceso constituyente.
"Puedo garantizar que nuestra voluntad y nuestra acción independiente de cual sea el resultado, será convocar a una amplia unidad nacional de todos los sectores, de todas las organizaciones sociales, de la sociedad civil, de los partidos políticos, queremos escuchar todas las voces para poder seguir adelante con este proceso".