Claudia Sheinbaum marcó un hito en la historia de México este martes al convertirse en la primera mujer presidenta del país.
En una jornada cargada de simbolismo, Sheinbaum asumió el poder en la Cámara de Diputados, se despidió de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, se reunió con líderes internacionales y realizó un ritual indígena en el Zócalo capitalino.
Durante su primer discurso, Sheinbaum subrayó la importancia del momento, declarando: "Es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres". Acompañada de casi una veintena de mandatarios internacionales, destacó que las mujeres no solo han llegado al poder, sino que lo han hecho de la mano de toda la nación. "México es un país maravilloso con un pueblo extraordinario", expresó con orgullo.
Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue el abrazo de despedida entre Sheinbaum y López Obrador, tras recibir la banda presidencial. Sheinbaum agradeció a su predecesor y lo calificó como "el presidente más querido", afirmando que había sido un compañero y hermano en su lucha política de décadas.
Como parte de sus primeros actos oficiales, Sheinbaum compartió una comida en el Palacio Nacional con líderes como los presidentes de Brasil, Chile, Colombia y Cuba, además de la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, y otros dignatarios internacionales.
Posteriormente, la nueva presidenta recibió un ritual de purificación en el Zócalo, donde comunidades indígenas y afromexicanas le entregaron el bastón de mando, símbolo del liderazgo indígena. Ante una multitud de 300,000 personas, Sheinbaum ofreció su primer discurso como jefa de Estado.?
En su intervención, la mandataria presentó una lista de 100 compromisos para su gobierno, destacando la continuidad de las políticas de López Obrador. Sheinbaum prometió seguir promoviendo la austeridad en el gobierno y mantener los programas sociales clave, como los apoyos a estudiantes y las pensiones para adultos mayores y personas con discapacidad.
