Desde el martes 16 de marzo alrededor de las 2 de la tarde se detectó un incendió en la parte alta de la Sierra de Arteaga, en el sureste de Coahuila. Con el paso de las horas, las llamas comenzaron a expandirse hasta rebasar la frontera estatal y llegar a Nuevo León.
Hasta el momento, entre ambas entidades, más de 7 mil hectáreas de bosque han quedado totalmente calcinadas. En el lugar trabajan más de 400 personas para sofocar el fuego que, hasta el momento, sólo ha cedido un 5 por ciento.
Las autoridades prevén que, los daños han sido tan severos, que quizás en 30 años se podría recuperar la flora que quedó rebasada por las llamas.
Tanto en Coahuila como en Nuevo León trabajan a marchas forzadas elementos de la Guardia Nacional, Ejército, Medio Ambiente, Conafor, Protección Civil y brigadistas.
Por la intensidad del incendió, el Gobierno de Coahuila se declaró en estado de emergencia para solicitar recursos a la Federación que ayuden a combatir el fuego. Cabe destacar que, en otras ocasiones, se utilizaba el Fondo de Desastres Naturales para atender este tipo de sucesos, sin embargo, a raíz de la extinción de los fideicomisos, la administración estatal ha tenido que destinar recursos propios para combatir el siniestro.
Hasta el momento más de 400 personas han sido desalojadas en Nuevo León, mientras que en Coahuila 70 familias también fueron evacuadas. Cabañas, predios y casas de descanso y lugares para comer también fueron alcanzados por el poder del fuego.
Se calcula que el incendio pueda ser controlado en, al menos, una semana, pero si las condiciones climatológicas se agravan y los vientos aumentan, el plazo podría ser mucho más largo.
