Hace 30 años la gente no comía carne porque era un "pecado", según sus creencias religiosas.
Hoy la gente come lo que hay en la mesa dejando de lado la tradición de la cuaresma. En la carnicería del mercado Pino Suárez, las ventas ya no bajan como hace tres décadas ocurría.
"Consume más normal ahora que antes. -Qué ha pasado?. Se va perdiendo la costumbre.Las tradiciones. Antes sí, los viernes eran un poco más malos. Ahora no, ahora son más normal", dijo Fernando, carnicero.
"Tradicionalmente no comemos carne por religión, cultura o costumbre pero también por dieta.
Mucha gente ha cambiado pero también los precios los suben pues no dejan opción más que comer lo que se pueda", dijo Gustavo, cliente.
"Está muy tranquilo la verdad. Esperábamos más movimiento y hay mucha escasez de pescado . -Los precios se conservan o se incrementan?. Se incrementa un poco porque está muy escaso y se consigue un poquito de cada cosa", comentó Karla Saucedo, vendedora de pescado.
Entre la raquítica economía por el desempleo que enfrentan las familias en sus casas debido a la pandemia del coronavirus y, la escasez del producto del mar que generan altos precios precisamente en estas fechas, el dinero no alcanza para mantener una tradición anual.