Con playeras de la selección, sombreros charros y bebidas embriagantes fue como apoyaron y celebraron el triunfo de México contra Corea los culiacanenses; fueron minutos de entrega, de frustración y de felicidad por parte de la ciudadanía lo que se percibió durante el segundo juego del equipo de fútbol mexicano.
2 a 1 fue el marcador final, pero la esperanza y la fé de los espectadores jamás se apagó; de alguna manera los abrazos, besos y uno que otro trago embriagante reflejaban la alegría y la vibra que sentían al estar mirando el partido.
Fue un penal a inicios del juego el que levantó los ánimos de los seguidores, pues la perfección de ese primer gol, marcó el éxito anticipado de México, pero fue a mitad del segundo tiempo cuando la situación se puso mejor, pues el marcador registró un dos a 0.
Los culiacanenses ya con la desesperación a todo lo que daba, contaban el tiempo para que concluyera el partido y constatar una vez más el triunfo de México, pero para la sorpresa de los aficionados fue cuando a tan solo cinco minutos de que el equipo futbolero se declarara victorioso, corea tomó la cancha y le metió un gol a la portería mexicana.
Finalmente concluyó el partido y los gritos y hasta llantos no se pudieron impedir; pero el festejo fue aún mayor una vez que México se declaró victorioso y esque los sinaloenses ya terminado el partido buscaban la manera de tener un "after" con compañeros y amigos, para celebrar de una forma muy peculiar, quienes con música de banda y sombreros se pusieron a bailar.