A raíz de la crisis sanitaria por COVID-19, se desataron otras dos pandemias en Sinaloa, particularmente en los campos agrícolas, la deserción escolar y el trabajo infantil, pues la falta de oportunidades y herramientas para continuar con la educación a distancia han orillado a las familias migrantes a decidir integrar a los niños a las actividades laborales, por lo que se estima que esta problemática tan arraigada en la entidad se haya triplicado durante los meses de contingencia, de marzo de 2020 a la fecha.
En el tema educativo, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública y Cultura en Sinaloa, apenas se tiene un registro del menos del 2 por ciento de deserción escolar, sin embargo, organizaciones como Mexicanos Primero han criticado esta información, ya que aseguran no ha habido un análisis serio del comportamiento de este fenómeno, y la problemática, estiman, pudiera ser mucho más alta, sobre todo en zonas de marginación.
Ante este escenario, Save The Children Sinaloa, organización que defiende los derechos de los niños, intensificó sus actividades en los sectores agrícolas para detectar los casos de trabajo infantil, donde pudieron percatarse que muchos menores, algunos no propiamente a trabajar, están siendo trasladados a los campos junto a sus padres.
La titular de este organismo detalló que esta problemática se presenta en todo el estado, al norte en Guasave, en las comunidades de Leyva Solano, Ruíz Cortines, y Juan José Ríos; en el centro, en Navolato, particularmente en la Sindicatura de Villa Juárez; y en el sur, la zona donde se concentra más de la mitad de los casos documentados en la entidad, en el municipio de Escuinapa, en las comunidades de Teacapán, Cristo Rey, y la Isla del Bosque, en el municipio de El Rosario, en Teodoro Beltrán, y los Pozos; y finalmente, Villa Unión y el Guálamo, en Mazatlán.
La defensora de los derechos de los niños resaltó que a pesar de los esfuerzos para evitar que los menores participen en las actividades laborales, en este caso del campo, es una realidad que se sigue viviendo, pues al no haber escuelas y guarderías abiertas por la pandemia, los padres arrastran con ellos a sus hijos al trabajo, situación que no parece vaya a cambiar este 2021.