China presentó el día de hoy una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en respuesta a los aranceles anti subsidios impuestos por la Unión Europea (UE) sobre los vehículos eléctricos fabricados en el país asiático
Esta queja es derivada del anuncio de la UE de imponer tarifas de hasta el 35% sobre las importaciones de vehículos eléctricos provenientes de China, alegando que estas exportaciones estaban perjudicando injustamente a la industria automotriz europea. Los aranceles entraron en vigor el 1 de noviembre y se mantendrán durante cinco años, a menos que se alcance un acuerdo entre las partes.
La misión diplomática china en Ginebra expresó su "firme oposición" a estas medidas, argumentando que son un abuso de los remedios comerciales y constituyen prácticas proteccionistas que violan las normas de la OMC. Según el Ministerio de Comercio de China, la queja tiene como objetivo proteger los intereses del sector de vehículos eléctricos y fomentar una transición global hacia tecnologías más sostenibles.
Por su parte, la Comisión Europea (CE) defendió la legalidad de los aranceles, afirmando que son necesarios para contrarrestar subsidios ilegales otorgados por Pekín a sus fabricantes
La portavoz de la CE indicó que se estudiará la denuncia presentada por China y se dará una respuesta adecuada siguiendo los procedimientos establecidos por la OMC. El comisionado europeo de comercio, Valdis Dombrovskis, calificó las medidas como "proporcionadas y dirigidas" para garantizar prácticas comerciales justas y fortalecer la base industrial del bloque.
El ministro de Comercio chino, Wang Wentao, instó a Francia a desempeñar un papel activo para lograr que la CE busque una solución sincera con respecto a esta disputa. Wang destacó que, a diferencia de la investigación antisubvenciones iniciada por la UE sin solicitud previa de la industria, las investigaciones chinas sobre productos europeos como el brandy y la carne de cerdo fueron solicitadas por las industrias nacionales y se llevaron a cabo conforme a las normativas internacionales.
La imposición de estos aranceles ha generado preocupaciones entre varios estados miembros de la UE, incluyendo Alemania y Hungría, quienes temen que esta medida pueda desencadenar una guerra comercial con China
Las tensiones comerciales entre ambas potencias no se limitan a los vehículos eléctricos; también abarcan investigaciones sobre subsidios chinos en paneles solares y turbinas eólicas.