Autoridades peruanas abrieron las ruinas de Machu Picchu para permitir la visita de un turista japonés que debido a la pandemia, tuvo que esperar casi 7 meses para ingresar a la ciudadela inca.
A través de una videoconferencia, el ministro de Cultura de Perú, Alejandro Neyra, informó que el día de ayer Jesse Takayama, de 26 años, realizó "un pedido especial" al quedar varado desde mediados de marzo en la localidad cercana de Aguas Calientes.
"El ciudadano japonés ha ingresado junto con nuestro jefe del parque para que pueda realizar esto antes de volver a su país", comentó el ministro debido a que Takayama había llegado al país latinoamericano "con el sueño de poder entrar" e inclusive el joven ya contaba con su boleto de ingreso desde el mes de marzo.
Según medios locales, habitantes de la zona, bautizaron a Takayama como "el último turista de Machu Picchu" ya que desde que se dictaron las medidas de contención era el único extranjero que quedaba en el pueblo esperando la reapertura del sitio arqueológico. Por tal motivo el sábado pasado el joven se convirtió en el primer visitante de las ruinas desde hace siete meses.
Por otro lado, Neyra comunicó que el sitio arqueológico permanecerá cerrado hasta noviembre sin aclarar fecha establecida de reapertura; Sin embargo, adelantó que el lugar estará habilitado para turistas nacionales y extranjeros con un aforo del 30% o 675 personas por día.
