Turquía y Siria quedaron devastadas a causa de dos terremotos de magnitud 7,8 y 7,5, más de 12 mil personas han muerto y más de 53 mil resultaron heridas.
Miles de edificios se derrumbaron, incluso el histórico castillo romano de Gaziantep, que llevaba en pie más de 1,700 años quedó destruido. También sufrió daños la ciudadela histórica de Alepo, en Siria, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Tras el derrumbe, escombros de piedra quedaron esparcidos por la carretera y las aceras circundantes al castillo.
El castillo tenía 12 torres.