Cada 12 de diciembre Miles de feligreses se dan cita en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe para pedir favores o pagar mandar por los milagros cumplidos por la Virgen de Guadalupe.
Parte de la tradición implica subir los 144 escalones que llevan al templo, dónde muchos de los visitantes lo hacen de rodillas con devoción y agradecimiento hacia la morenita.
Maribel Osuna, Devota de la Virgen de Guadalupe:
"Me caí el año pasado allá en mi casa, me pusieron una placa y le pedí que me recuperara pronto y gracias. Dios me hizo el milagro y aquí estoy".
También al templo llegan peregrinos que recorren largos caminos, a pie, para ofrecer ofrendas a la Virgen.
Patricia Amarillas, Devota de la Virgen de Guadalupe:
"Estuve enferma y le prometí hacer una manda, venir a verla en su día... Venir desde mi rancho hasta aquí, 11 horas hice".
En muchos de los casos los feligreses optan por usar ropa alusiva a los indígenas que vieron por primera vez a la Virgen en Cerro del Tepeyac.
Ana María Chávez, Devota de la Virgen de Guadalupe:
"Tengo 18 años vistiéndome así, y estoy muy a gusto... A pedirle que nos cuide, que nos acompañe, que cuide a mis hijos dónde quiera que estén, y estoy muy agradecida con la Virgen".