A pesar de que las iglesias fueron cerradas por instrucciones de la secretaría de salud y como medida preventiva por el CORONAVIRUS, muchos feligreses rezan a las afueras de los templos; algunos de ellos consideran que las medidas sanitarias son impedimento para orar y su fe continúa intacta.
A cualquier hora del día es común ver a personas solas o en grupos rezando, algunos oran por cosas personales, otros confesaron que entre sus oraciones está el que se termine pronto la difícil situación que está atravesando el mundo con el coronavirus.
Desde el pasado domingo 22 de marzo, todas las iglesias católicas en Guanajuato suspendieron actividades eucarísticas masivas, en todas se realizan misas a puerta cerrada y en los casos de bodas, xv años, primeras comuniones y bautizos solo se permite el acceso a padres, festejados y padrinos. Estas medidas las ha tomado la iglesia para evitar la aglomeración de personas, aunque pese a ello algunos feligreses continúan a las afueras de las iglesias pidiendo por la paz y que todo vuelva a la normalidad pronto.