La Fiscalía General de la República (FGR) de México, encabezada por Alejandro Gertz Manero, reiteró su solicitud al Gobierno de Estados Unidos para que entregue información procesal relacionada con la detención de Ismael "el Mayo" Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, capturado el pasado 25 de julio.
Según la FGR, han pasado más de diez semanas sin que las autoridades estadounidenses proporcionen documentación clave sobre este operativo.
A través de un comunicado, la FGR destacó que está solicitando informes sobre el avión Beechcraft 200, con matrícula clonada, en el cual Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín "el Chapo" Guzmán, llegaron a un aeropuerto en Texas. A bordo también iba un piloto cuya identidad y certificación no han sido verificadas. La fiscalía mexicana sostiene que Estados Unidos no ha entregado ni la documentación migratoria, aduanal ni la aeronáutica correspondiente al vuelo.
Además de los datos sobre la identidad del piloto, la FGR subrayó la necesidad de confirmar detalles sobre la clonación de la aeronave y la autenticidad de su matrícula. "Todo lo cual debe obrar en la documentación oficial referente a su arribo", puntualizó el organismo, enfatizando que estos datos son necesarios para avanzar en el proceso judicial en México.
El embajador estadounidense en México, Ken Salazar, se refirió al caso en una conferencia de prensa, manifestando sorpresa ante el reclamo de la FGR y calificando la captura de Zambada como un logro compartido entre ambos países. Sin embargo, el fiscal Gertz Manero insistió en que esta detención fue un "secuestro", y remarcó la importancia de aclarar las circunstancias del operativo.
En respuesta a estos comentarios, la presidenta, Claudia Sheinbaum, respaldó la posición de la FGR y añadió que "el fin no justifica los medios". Sheinbaum enfatizó que aunque se trate de un narcotraficante, es fundamental examinar las condiciones de su detención y garantizar la transparencia en estos procedimientos.
La falta de cooperación entre ambos gobiernos ha generado tensiones diplomáticas, pues México considera esencial contar con información detallada para procesar legalmente a los implicados en su territorio. Por ahora, la FGR espera que el Gobierno estadounidense responda a sus solicitudes y cumpla con los compromisos de cooperación en materia de justicia.
Este caso subraya la complejidad de la relación entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, y deja en claro que ambos países deben coordinar esfuerzos no solo en las detenciones, sino en la transparencia de los procesos.