Afganistán ha sufrido por más de un mes de intensas lluvias e inundaciones. En total han muerto 182 personas y 250 han resultado heridos, así lo informó este jueves el portavoz del régimen talibán.
Más de 3 mil casas quedaron destruidas por las lluvias torrenciales, así como tierras agrícolas, sobre todo en el este del país, dijo Zabihullah Mujahid. También se perdieron más de un millar de cabezas de ganado.
Mujahid advirtió que si las inundaciones se agravan Afganistán "no dispondrá de recursos suficientes para suministrar la ayuda" a los damnificados, por lo que pidió a las organizaciones humanitarias ayudar al gobierno.
El cambio climático, la mala gestión de las infraestructuras por parte de "gobiernos anteriores", así como la sequía que afectó los suelos, ayudaron a agravar la situación, consideró el portavoz de los talibanes.
Decenas de afganos mueren cada año a causa de las lluvias torrenciales, en particular en las zonas rurales pobres, donde las casas construidas pueden derrumbarse fácilmente.
Desde el retorno al poder de los talibanes en agosto de 2021, Afganistán está sumido en una grave crisis financiera y humanitaria, provocada por el congelamiento de miles de recursos.