Ricardo, quien será llamado así pos solicitud de anonimato, ya no quiere volver a la Sierrita de Germán, donde nació y creció hasta los 19 años. Fue desplazado con sus seis hermanos y su madre.
Un grupo armado, lo obligó a dejar su casa. Le advirtieron que de no unirse a ellos, entonces tenía menos de un día para dejar el pueblo, si no, sería asesinado.
Los habitantes de Sierrita de Germán y otros poblados cercanos resistieron la violencia hasta ese año, pero no sólo en el municipio Sinaloa, sino en los otros 17 municipios del estado.
En total, 36 mil 560 personas al año 2016 habían dejado su hogar obligados por la violencia, según la Comisión de Defensa de Derechos Humanos de Sinaloa. Esto representa el 1.3 por ciento de la población total de la entidad.
Solo en Sinaloa municipio, 13 comunidades del municipio fueron abandonadas por la violencia criminal. En el año 2012, 600 familias dejaron el poblado, unos 3 mil adultos y niños, para instalarse en otros lugares como Guamúchil, Choix, Guasave y la cabecera municipal de Sinaloa.
La violencia, dice Ricardo, arreció en 2011, con la llamada ?guerra contra el narcotráfico? y la presencia de grupos criminales, pero fue hasta el 2012 cuando se instalaron en los pueblos de la Sierra Madre Occidental, como un escondite de la militarización en las zonas urbanas, pues ahí no había, ni hay, vigilancia de la Policía o el Ejército.