Arqueólogos del INAH localizaron un segmento de aproximadamente 20 metros de longitud de un muro novohispano, posiblemente del siglo XVIII en el barrio de La Lagunilla, en la Ciudad de México.
Cada vez es más frecuente encontrar vestigios arqueológicos debajo de los suelos de la Ciudad de México, en esta ocasión, a través de un comunicado, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que un equipo de sus arqueólogos hallaron un segmento de aproximadamente 20 metros de longitud de un muro novohispano, posiblemente del siglo XVIII. Esto en el arroyo vial de la calle Ignacio Comonfort, una de las más transitadas del populoso barrio de La Lagunilla, ubicado en pleno Centro Histórico de la CDMX.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del INAH, registró el descubrimiento luego de que hace más de un mes se realizan trabajos de las cuadrillas de la Secretaría de Obras y Servicios y del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), para la renovación de pavimentos, rehabilitación de alumbrado público y sustitución de drenaje, entre otras obras de infraestructura pública.
"OBRAS FUNDAMENTALES PARA EL HALLAZGO"
Según Juan Carlos Equihua Manrique, coordinador del salvamento arqueológico, las tareas de sustitución de drenaje permitieron bajar hasta 2.50 metros de la superficie y encontrar contextos arqueológicos más antiguos y sin perturbaciones, tal como sucedió con este muro colonial localizado en la inmediaciones del Centro Social y Deportivo Guelatao.
El funcionario indicó que la prolongada pared se detectó a 60 centímetros de la superficie y mantiene poco más de un metro de altura; la cual se salvó de la destrucción gracias a los durmientes del tranvía que cruzó por la vialidad a finales del siglo XIX hasta inicios de la década de 1970, lo que impidió que otras obras afectarán el subsuelo.
HALLAZGO SORPRENDENTE
Durante la excavación se han "liberado aproximadamente 20 metros de longitud de un muro exterior, que corre de norte a sur, el cual, por sus características constructivas, podría datar del siglo XVIII", informó Mnarique. Tenemos remanentes del acabado del muro en el lado sur: un estuco de cal y arena, y también restos del piso, porque esta pared debió contar con una buena cimentación debido a la inestabilidad del terreno.
¿DE DONDE PROVIENE EL NOMBRE "LA LAGUNILLA"?
El coordinador del salvamento arqueológico, destacó que el hallazgo se ubica en una sección de la parcialidad Cuepopan, asentada en un suelo fangoso de México-Tenochtitlan, por eso ?ya para la época colonial? sería nombrada: La Lagunilla.
Por último, el experto expuso que estos proyectos de investigación "se limitan a las áreas impactadas por las obras de infraestructura, por lo que será difícil conocer los límites reales del muro", así como de otro que podría corresponder al siglo XIX, localizado al norte de la excavación y del que se liberaron 4 metros.