La influencia de la arquitectura y el urbanismo en las emociones y conductas humanas es innegable, Noemí del Carmen Ramos Escobar, profesora investigadora de la Facultad de Arquitectura (FAUAS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), subrayó que dado que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en espacios interiores, la configuración de estos lugares puede afectar significativamente la salud mental y el bienestar de las personas.
Ramos Escobar señaló que existe una estrecha relación entre los seres humanos y la naturaleza, lo que nos lleva a preferir hogares con áreas verdes, iluminación adecuada y ventilación natural, estos elementos influyen considerablemente en el bienestar emocional de quienes ocupan estos entornos.
Además, Ramos Escobar subrayó que quienes diseñan espacios interiores desempeñan un papel fundamental en la manipulación de las emociones de las personas. Sus elecciones en términos de colores, entrada de luz, aromas, sonidos y materiales de mobiliario pueden influir en la percepción y el estado emocional de los habitantes.
La especialista en urbanismo sostenible insta a los arquitectos a encontrar un equilibrio entre la funcionalidad y el aspecto emocional de los entornos que diseñan. A pesar de los estudios realizados, los diseños de viviendas apenas han variado, y en ocasiones se ha descuidado la importancia de abordar cuestiones ambientales en el estado, como la falta de áreas verdes y la escasa consideración de las preocupaciones ecológicas.
Ramos Escobar destacó la necesidad de tomar medidas que combinen la viabilidad económica con la inclusión de elementos como la entrada de luz natural y espacios verdes en los desarrollos urbanos. En particular, destacó la importancia de utilizar concreto permeable para proteger los árboles de la región, ya que esto podría evitar que se sequen, una cuestión urgente en Sinaloa.