Por: Deric Vaquera
Parece contradictorio, pero mientras el empleo creció y por ende el desempleo bajó, la actividad económica en México cayó por tercer mes consecutivo en este año. Dicha contradicción sólo se podría explicar de una manera: la informalidad gana terreno ante la falta de trabajos en el mercado formal, lo que a su vez impacta el desarrollo económico.
Mientras más mexicanos son atraídos por esta forma de laborar
José Roberto, "yo digo que ahorita mucha gente se está yendo por el informal porque no genera tanto desgaste en que vas y te encierras ocho horas o 12 horas en un trabajo."
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo publicado en agosto pasado reveló una reducción de la tasa de desempleo del 4.2 al 3.2 por ciento. El número de personas sin trabajo bajó de 2.4 millones de enero a julio de 2021 a 1.9 millones en el mismo periodo de este año. Sin embargo, la actividad económica bajó un 0.14 por ciento.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Torreón, Mariano Serna Muñoz, estima que el 44 por ciento de los trabajadores de las personas económicamente activas laboran en la informalidad, sin acceso a prestaciones de ley y sin certeza de su economía familiar al mediano y largo plazo.
Mariano Serna, "irresponsabilidad yo le llamaría así de parte del Gobierno Federal porque cuando quieres poner un negocio no puedes porque no hay citas en SAT y si no hay citas en el SAT es solo por una sola cosa, porque no hay personal."
Con la reactivación económica después de dos años de pandemia, el comportamiento de la tasa de desempleo ha regresado a su tendencia a la baja. Desde 2014 que se registró una tasa de 4.4 por ciento, con el tiempo ha disminuido en general:
Hasta el 2020 cuando la tasa se disparó nuevamente al 4.4 por ciento y en 2021 se recuperó levemente al cerrar en 4.2 por ciento. De modo que el mercado interno, uno de los motores de la economía mexicana no termina por despegar.