Por: Abel Martínez Luna
Expertos coinciden en que el campo está abandonado y los números positivos del sector son resultado del esfuerzo independiente de grandes productores.
Malin Jönsson, coordinadora de la Fundación Semillas de Vida e Investigadora de CONACYT, destaca, "el campo mexicano está en crisis es algo que ha venido desde hace muchas décadas unas 3 cuatro décadas. Primero eliminando todos los apoyos productivos a la población campesina mexicana y después también liberalizando el mercado".
En 2022 se registraron 32.1 millones de hectáreas de uso agrícola, pero no se sembró la tercera parte.
Más de 500 mil productores no sembraron por falta de dinero y créditos, mal tiempo o enfermedad.
Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, indica "El 49% de la pobreza está en el sector rural y eso es preocupante".
La realidad del campo se refleja en estas cifras: 71.8% de los productores tienen menos de 5 hectáreas, siembra para autoconsumo, sin tecnología y sin apoyos y el 28.2% tiene más de 5 hectáreas, los grandes productores que invierten y ganan.
"En el campo vive gente que vive en el sector rural y gente que vive del campo, que son los productores en el sector agropecuario", señala Juan Carlos Anaya.
El abandono no distingue, sólo 5.9% de los productores logró un crédito y el 1.75% accedió a un seguro ante catástrofes.
Para Malin Jönsson, "Se necesita un sistema de seguros que se pague aunque se pierdan las cosechas, se necesitan soluciones multidimensionales en diferentes partes".
Se ubican 15 grandes problemas del campo, destacando altos costos de insumos y servicios, clima, caída de los precios y poca venta, baja fertilidad, escasez de mano de obra e inseguridad.
Pese al abandono, los grandes empresarios mantienen a México en el sector agroalimentario como décimo productor y noveno exportador del mundo.
Tenemos superávit en frutas y hortalizas, con cuestionamientos por la explotación del agua y de jornaleros y un uso intensivo de herbicidas; pero tenemos un grave déficit en granos, donde producimos menos de los que consumimos.
Juan Carlos Anaya, asegura, "en algunos sectores ahí vamos pero la realidad es que si no hacemos políticas públicas con bienes públicos que generen la productividad del campo nos vamos a arrepentir en los próximos años vamos a ver un campo totalmente en crisis".
El reto es que los gobiernos ejerzan una política integral de apoyo al campo orientada a mejorar la producción y lograr la transición agroecología.