Aún con el intenso calor y pese a que está temporada debería ser buena para la venta de aguas frescas, José de Jesús, comerciante del sector desde hace cuatro años, asegura que las ventas han caído hasta un 80%, ya que con los negocios cerrados y con el desempleo, las familias no alcanzan ni para darse el gusto de comprar un agua de sabor con un costo de 15 pesos.
Desde Boulevard la Luz en Colonia Los Gavilanes hasta Colonia Presidentes de México, José Juan tiene que vendar un promedio de 150 aguas diarias para que sus comisiones le garanticen un sueldo más completo, aunque con poca gente en las calles, sólo le queda la oportunidad de que sus clientes frecuentes le compren el producto, hoy por ejemplo, fue uno de los mejores días en las últimas semanas, aún así, el tope de venta en un máximo de 4 horas tan llegó a las 80 aguas.