Este lunes, Israel intensificó su campaña de bombardeos en el sur del Líbano y en el Valle de Bekaa, en respuesta a los recientes ataques del grupo chií Hizbulá.
Según la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN), se registraron alrededor de 80 bombardeos concentrados en la región de Nabatieh y en áreas hasta 40 kilómetros de la frontera israelí.
Los ataques aéreos no solo se limitaron al sur del país, sino que también alcanzaron al menos siete zonas en el Valle de Bekaa, incluyendo Baalbek y las afueras de Hermel, cerca de la frontera con Siria. Esta es la primera vez que Israel ataca de manera tan extensa esta región, que anteriormente solo había sido objeto de bombardeos limitados.
El Ejército israelí comunicó que su objetivo son "los objetivos terroristas de Hizbulá" en el Líbano, aunque no brindó detalles adicionales sobre las operaciones. Desde el inicio del fuego cruzado con Hizbulá el 8 de octubre, Israel ha lanzado varias campañas masivas de bombardeos, que han dejado un saldo devastador.
Hasta ahora, los enfrentamientos han dejado 274 muertos y más de 1,024 heridos en el Líbano. Entre las víctimas se encuentran dos trabajadores sanitarios que fueron asesinados mientras ayudaban a trasladar a las víctimas a hospitales. El Ministerio de Salud Pública del Líbano ha solicitado ayuda internacional para suministros médicos, dada la gravedad de la situación.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que Israel está alterando el "equilibrio de poder" en el norte y advirtió que se avecinan días complejos. Esto ocurre en un contexto de creciente tensión, marcado por ataques simultáneos a las instalaciones de Hizbulá y la muerte de altos mandos del grupo.
Las evacuaciones masivas del sur del Líbano continúan, mientras los residentes buscan refugio ante la intensificación de los bombardeos. Las acciones de Israel han suscitado un fuerte rechazo entre la población libanesa, que teme por la escalada del conflicto y sus consecuencias humanitarias
Con información de EFE.
