El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, anunció este miércoles que el país está entrando en una "nueva fase" de su conflicto en Gaza, con un enfoque renovado hacia la frontera con Líbano.
Este cambio de estrategia se produce tras las explosiones de cientos de dispositivos de comunicación de Hizbulá, que han dejado al menos 20 muertos y miles de heridos en las últimas 24 horas.
Durante una visita a la base de la fuerza aérea en Ramat David, en el norte de Israel, Gallant comentó que la situación exige una adaptación en las tácticas del país. "Estamos a las puertas de una nueva fase en esta guerra y necesitamos ajustarnos", afirmó el ministro en declaraciones a la prensa israelí.
El conflicto entre Israel y Hizbulá, que comenzó con intensos intercambios de fuego el 8 de octubre, ha llevado a la evacuación de más de 60,000 residentes de las comunidades del norte de Israel. En respuesta a la escalada, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, se reunió con el responsable del Comando Norte para aprobar "planes de ataque y defensa" en la región.
Gallant también indicó que, con las "misiones" en Gaza casi completas, el enfoque se está moviendo hacia el norte. "El centro de gravedad se desplaza hacia el norte", subrayó, añadiendo que las fuerzas y recursos del Ejército se están trasladando a la frontera con Líbano.
En un comunicado, las fuerzas armadas israelíes mencionaron que "hay muchas capacidades que aún no se han activado" y que las próximas fases del conflicto ya están preparadas. "Cada fase llevará un alto costo para Hizbulá", aseguró el jefe del Estado Mayor.
El ministro de Defensa también destacó que, a pesar de la reubicación de recursos y el cambio de foco, el país no ha "olvidado" a los rehenes israelíes que permanecen en la Franja de Gaza. Esta declaración llega el mismo día en que se decidió trasladar al norte del país a una división del Ejército que había estado combatiendo en Gaza.
Israel no ha confirmado oficialmente la autoría de las explosiones en Líbano, una práctica común en estos casos, pero Hizbulá ya ha advertido que tomará represalias. En respuesta a la crisis, las autoridades israelíes han incluido en sus objetivos la reubicación de los 60,000 residentes desplazados en el norte del país, buscando restablecer la normalidad en la región afectada.
