El gobierno del presidente de Estados Unidos Joe Biden presentó una demanda contra la llamada Ley Texas al considerarla inconstitucional, argumentando que la ley socava la "autoridad exclusiva" del gobierno federal "para regular la entrada y expulsión" de extranjeros.
El pasado 18 de diciembre el gobernador Greg Abbott promulgó la SB4, una ley que permitiría detener a cualquier persona bajo sospecha de ser migrante, mientras que los jueces podrán deportarlos a México.
Si la ley entra en vigor, cruzar a Texas estaría castigado con hasta 180 días de cárcel y una multa de hasta 2 mil dólares; el reingreso sería un delito grave castigado de dos a 20 años de cárcel.
Abbott respondió que no detendrá su política antiinmigrante y la controversia será resuelta por la Suprema Corte.