El 55% de la población empleada en México asegura ser adicta al trabajo según datos de OCC Mundial
La adicción al trabajo , o también conocido como "workaholic", es un comportamiento obsesivo-compulsivo en el que la persona siente una necesidad constante e incontrolable de estar ocupada laboralmente. Esta compulsión puede llevar a que la persona experimente una presión interna o culpa si no está trabajando. La relación que tienen con el trabajo es similar a la que los alcohólicos tienen con la bebida.
Muchas personas se autodenominan "workaholics" y lo consideran un motivo de orgullo; sin embargo, esto no es positivo, ya que implica que no se mantiene un equilibrio saludable entre la vida personal y profesional.
Este comportamiento no solo afecta nuestro bienestar diario, sino que también puede convertirse en una enfermedad potencial, similar a cualquier otra adicción. Es crucial distinguir que no se trata simplemente de pasar mucho tiempo en el trabajo, algo que le ocurre a muchas personas en algún momento. Los adictos al trabajo, en cambio, utilizan su labor como una vía de escape.
La adicción suele asociarse con vicios como el tabaco o las drogas, pero en realidad se compone de dos elementos principales: la falta de control y la dependencia. En este sentido, la adicción al trabajo, se caracteriza por la incapacidad de controlar el tiempo dedicado a las responsabilidades laborales. Esto impide mantener un equilibrio necesario para la armonía entre cuerpo y mente.
8 de cada 10 profesionistas recibe correos y contesta llamadas de trabajo en su tiempo libre
La compulsión por trabajar puede desarrollarse como un mecanismo para evitar enfrentar emociones difíciles en el entorno laboral, como la intensa presión por la carga de trabajo o la búsqueda de validación de los superiores. La cultura, al valorar en gran medida el éxito y el rendimiento profesional, es una de las principales causas de la dependencia al trabajo. Esto hace que sea difícil de detectar para las personas del entorno, ya que la sociedad acepta y promueve el trabajo intenso.
Algunas características de este tipo de personas incluyen un pensamiento constante en el trabajo, trabajar más horas de las necesarias, y enfrentar conflictos en sus relaciones interpersonales debido al tiempo excesivo dedicado a sus labores. Además, buscan maneras de trabajar fuera del horario laboral, incluso cuando no es necesario, y experimentan estrés en situaciones cuando no pueden trabajar.
Entre las consecuencias más habituales se incluyen un aumento en los niveles de estrés, la desregulación emocional, problemas estomacales, dolores físicos, así como depresión y ansiedad.
La Clínica López Ibor, con más de 50 años de experiencia, identifica las siguientes causas que provocan esta adicción:
Es crucial buscar ayuda psicológica para abordar el problema desde su origen y entender las verdaderas razones detrás de la necesidad de trabajar en exceso. Para contrarrestar este problema, puedes realizar diversas actividades que te ayuden a distraerte. Hacer deporte, por ejemplo, es una excelente manera de reducir los niveles de estrés. También puedes considerar capacitarte en una nueva habilidad, lo que te permitirá dedicar tu tiempo a adquirir nuevos conocimientos y explorar experiencias diferentes, como ir al cine o visitar museos.