En 2021 México enfrentó la segunda sequía más severa en la historia, siendo el norte del país donde el problema fue más evidente.
Esto tuvo un importante impacto en los sectores productivos, en agricultura y ganadería, que dependen del 76.7 por ciento del total del agua del país para desarrollar sus actividades.
En general el año pasado el sector agroalimentario tuvo un superávit comercial 33.8 por ciento menor al 2020, debido a las exportaciones que tuvieron que realizarse por la poca producción nacional a causa de la sequía.
En la agricultura la escasez de agua afecta el desarrollo de los cultivos, y por lo tanto disminuye la productividad.
En 2021 se tuvo una producción promedio de 3.4 toneladas por hectárea, mientras que en 2019, antes de la crisis por la sequía, se tenía un promedio de 6.53, lo que prácticamente está reduciendo la productividad a la mitad, al no permitirse dos ciclos agrícolas al año, y autorizar menores superficies de riego. Sin embargo, el panorama para este año es todavía más alarmante.
Emilio González, Presidente de la Asociación de Usuarios de Módulos de Riegos "La verdad que sí es preocupante, estamos peor que el año pasado, si así se le puede decir, pero con las intenciones de sacar adelante el ciclo en el tiempo, se va a ver mermada la producción a causa de los volúmenes bajos del agua".
Respecto a la ganadería los problemas surgen, primero, por la falta de agua para obtener el forraje que servirá de alimento para el ganado, y después, porque incluso no hay disponibilidad del líquido ni siquiera para el consumo de los animales.
Esto provoca menor producción de leche, el ganado pierde peso y bajan sus precios, y en el peor de los casos deriva en su muerte.
Se estima que en el 2021, poco más de medio millón de cabezas de ganado murieron a consecuencia de la sequía. El escenario para este año es similar, ya que hay zonas donde se ha alcanzado incluso sequía extrema y se prevén afectaciones para los productores ganaderos.
Luis Fernando Velázquez, Presidente de la Unión Ganadera Regional de Sinaloa
Los ganaderos del norte, principalmente en Sonora, señalan que ya hay una alza del 50 por ciento de los costos de los granos para la alimentación de su ganado.
Y en Nuevo León se estima que disminuirá en un 50 por ciento el hato ganadero, ya que los productores preferirán vender el ganado en pie, a bajos costos, o incluso sacrificarlos, al no poder sostener su alimentación.