Es doña Leonor, ella vivía hace cuatro años en la comunidad de La Escondida, Pueblo Nuevo, Durango, pero huyó junto con sus cuatro hijos a La Petaca, Concordia, Sinaloa en busca de refugio.
Pero finalmente llegó al puerto hace un año para proteger a su familia ante la ola de violencia que le dejó como recuerdo el asesinato de uno de sus hijos varones. Pero esa no es la única secuela con la que Leonor tiene que "lidiar" todos los días.
"Si tengo tres hijos. Este y otros dos pero están malos del pulmón y ya los llevé al doctor pero ahi andan con su tocecita. Yo también estuve mala de pulmón. Falta de alimento yo creo será o será por falta de vitamina, no se. Nosotros no salimos porque ya ve la gente que nos querían sacar a "huevo" pero yo me salí antes de que me maten un hijo y de todos modos me mataron uno", dijo Leonor Astorga Labrador, desplazada.
Leonor tiene tres hijos y una hija. Margarito es uno de los cuatro que sobreviven.
Son los tres varones que entre los 30 y 35 años de edad no laboran por estar enfermo de los pulmones y solamente la hija trabaja y consigue para malcomer.
Es en la invasión Primero Los Pobres, ubicada frente a las vías del ferrocarril en las cercanías de la colonia Quinta Chapalita donde se asentaron para mal vivir, mal comer y mal todo.
Leonor lamentó que ni el gobierno municipal ni estatal la estén apoyando.
"Sí, allá tenía gallinas, animales. En mi tierra sembrabamos frijo, maíz. Y ahora aquí nos vemos al hilo. -Qué ha hecho el gobierno por usted?... Nada... No nos ha dado ningún apoyo y ya hemos ido y nada. Dije: ya no me muevo. Última hora y me desmayo por ahí porque a veces me siento borracha, así", dijo Leonor Astorga Labrador, desplazada.
Doña Leonor solicita el apoyo de la ciudadanía ya que la incapacidad de los gobiernos ni se ve ni se oye.
