En el campo El Diez son frecuentes las inundaciones cuando llueve, pues basta con una precipitación para que las casas que se encuentran a un costado del canal Principal Rosales se inunden.
Pero esta situación no se genera por el desbordamiento de dicho canal, sino por el agua que baja desde la carretera federal Mazatlán -Culiacán, que convierte las calles en ríos e inunda las casas hasta un metro y medio.
Por si fuera poco suben los drenajes y el lugar se convierte en un foco de infección.
Hay además otro canal pequeño que atraviesa el sector y que no se encuentra desazolvado, pero sí con gran cantidad de maleza y llantas, de las cuales Meganoticias contabilizó 13 en un tramo de canal de aproximadamente 70 metros.
"Con poquita agua que caiga se llena y todo se derrama, a veces dura hasta 15 días con las aguas negras, comiendo, cocinando, conviviendo aquí con aromas feos pues? como es hoya que está ahí lueguito se derrama, todo eso se derrama y se llena de aguas negras, y todos los drenajes de atrás todos se vienen derramando y corren puras aguas negras por aquí".
En la parte más baja del campo es donde los vecinos sufren mayores afectaciones.
Eso pasa en la casa de Jesús Ramírez, donde el agua sube más de medio metro de altura y tarda días en secar, provocando que los aparatos electrónicos y demás muebles se echen a perder, además del miedo de no saber qué hacer ante esas emergencias.
Quedan atrapados en sus casas esperando a que baje el agua, sin embargo las horas pasan hasta que disminuye la cantidad de agua y pueden comenzar a limpiar sus hogares.
"Con las veces que ha llovido bastante el agua baja a través del terreno pero no hay salida, los drenajes se llenan de agua y en lugar de salir para allá brotan por los baños, y es peor porque hay que volver a limpiar todo y como les digo yo, parece que no pero es mucha el agua y dura días".
"Sí nos da miedo porque no salimos a la carretera, nada más al arbolito porque hemos tratado de salir a la carretera pero nos tumba la fortaleza del agua".
Con información de Valeria Ortega