Los otros "baches" de la maxipista Mazatlán-Tepic

Aunque a algunos comuneros del sur de sinaloa afectados por la construcción de la maxipista Mazatlán-Tepic, sí les pagaron cercos y alambrados pero a otros no se les indemnizó ni por las hectáreas de uso común y parcelas el problema va más allá pues, existen afectaciones que no se ven a paso de carretera pero, que lo viven a diario.

Algunos campesinos no pueden sembrar sus tierras pues están anegadas ya que no se construyeron drenes para el desague, otros que se dedican a la pesca la carretera cortó de tajo la entrada de agua a su cauce natural.

Los puentes caminos sacacosechas no son reparados y están erosionados y en el pero de los casos la carretera divide una parcela que no se puede cultivar con tractor. 

"Estas tierras que están a mi derecha, se inundan. En tiempo de lluvia queda una laguan. No hicieron drenes para que se vaciara esa agua", José Luis Quintana, afectado del Ejido La Campana, Escuinapa

"Y dejaron todo inconcluso. No más asi comenzaron y no más así dejaron todo. Como taparon la carretera taparon el paso del agua", comentó Dolores Sánchez, afectado de la Comunidad Tecualilla, Escuinapa

"Pues está erosionado todo. Un carro nomás pasa ahí y se está descarapalando todo lo que le echaron arriba. Tráiler, máquinas para sorgo. La gente del aguajes. Este es el camino principal de todos ellos", Santos Ibarra, campesino de La Loma Escuinapa

"Hay unas parcelas que quedaron de aquel lado de la carretera de la pista y no tienen comunicación. La persona que quiere cosechar solicitaron un puente pero no se hizo.Han tenido problemas (los campesinos) con los trabajadores (de la SCT) no los dejan cruzar", externó Jesús Cabanillas, de Palmillas, Escuinapa

Ni la administración federal pasada y mucho menos el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, han querido o si quiera tenido el menor interés en resarcir el problema que aqueja a los comuneros del Sur de Sinaloa afectados por la construcción de la carretera de cuota.

A todas luces se ve el nulo estado de derecho que impera en el país ante la pobre decisión de resolver el problema a los campesinos sinaloenses.