El Gobierno de Luis Arce ha lanzado fuertes críticas contra la marcha iniciada por el expresidente Evo Morales, a quien acusan de intentar dar un "golpe de Estado" en Bolivia.
La movilización, que partió desde Caracollo en la región andina de Oruro, busca exigir el respeto a la candidatura de Evo Morales para las elecciones generales de 2025. Sin embargo, las autoridades la han denominado "marcha de la muerte". Además de su carácter político, la marcha hacia La Paz incluye rituales indígenas, como ofrendas a la Pachamama o Madre Tierra, subrayando su conexión con las raíces culturales del país. Los seguidores de Morales han manifestado su firme determinación de defender lo que consideran sus derechos políticos y económicos.
Luis Arce, a través de un mensaje en sus redes sociales, expresó su preocupación por las acciones de Morales. "Destruir, amenazar, bloquear y sembrar odio siempre será más fácil para quienes no creen en la democracia", afirmó, destacando que el pueblo boliviano no se dejará engañar por estos intentos de desestabilización. Esta crítica ocurre en un contexto donde la relación entre Morales y Arce, quienes fueron aliados políticos, ha deteriorado desde 2021.
En 1998, Morales fundó el Movimiento al Socialismo - Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS?IPSP), un partido político de izquierda en Bolivia.
La marcha ha recibido el respaldo de sectores del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que ambos líderes, Morales y Arce, representan. Los participantes sostienen que su propósito es "salvar a la patria" ante problemas económicos, como la escasez de dólares y el aumento en el precio de productos básicos. Morales, antes de comenzar la movilización, expresó su descontento con Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, acusándolos de abandono y de una gestión deficiente.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ha calificado las declaraciones de Morales como un claro intento de golpe de estado. En sus redes sociales, advirtió al expresidente que debe evitar el camino del odio y la violencia. Por su parte, el ministro de Justicia, Iván Lima, acusó a Morales de estar detrás de un "plan maquiavélico" que busca preparar el terreno para que Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y aliado de Morales, asuma la presidencia.
Evo Morales asumió la presidencia de Bolivia por primera vez el 22 de enero de 2006, convirtiéndose en el primer presidente indígena en la historia del país. Fue reelegido en 2009 y 2014, obteniendo victorias electorales con una amplia mayoría.
Lima fundamentó sus acusaciones en comentarios de Orlando Ceballos, abogado de Morales, quien sugirió que, dada la crisis actual, se debería considerar una sucesión presidencial que podría incluir a Andrónico Rodríguez. Esta situación ha intensificado las tensiones dentro del MAS, con facciones leales a Morales y Arce en desacuerdo sobre la dirección del partido.
