En la comunidad de El Llorón de la sindicatura de Villa Unión, una maestra de Conafe atiende las necesidades de educación de apenas 10 estudiantes de diversos grados escolares. Sin embargo, las necesidades van más allá de tener un aula con aire acondicionado o de exigir una techumbre o una planta de energía eléctrica. La necesidad real es el material didáctico para desarrollar una clase y para comprender el aprendizaje. Para esto la maestra Mayra Ávila Tirado, le echa cabeza y se pone a trabajar con lo que tiene. Unas cartulinas hacen las veces un pizarrón.
"O sea que el pizarrón que tenemos está muy desgastado. Ya no pinta bien. Los gises son muy viejitos también y el pizarrón está muy deteriorado. Estamos escasos de material porque Conafe nos da un paquetito para cada niño y de igual manera para mí, pero la verdad no me alcanza. Es muy poco y se ocupa mucho"
En medio de la precariedad la maestra de Conafe busca ayudar a los niños a aprender. 2 de preescolar, 2 de primer grado, 2 segundo, 1 de cuarto y dos de quinto y uno de sexto grado. Se cuenta con un aula de dos metros por cuatro de largo donde el espacio es insuficiente para los 10 niños. El querer poder ayudar a otros es lo que hace de la educación lo más importante.
"Es un poco difícil estar aquí. La escuelita no está en condiciones pero hacemos lo posible por estar aquí. De igual manera ellos y me esfuerzo mucho la verdad. Ellos aprenden y yo también aprendo. Lo que más quiero es que ellos salgan adelante y que continúen con sus estudios"