Vendedores ambulantes que operan en el andador Río de Janeiro, entre el Jardín Botánico y el Parque Ecológico, han levantado la voz contra presuntos actos de maltrato y extorsión.
Estos comerciantes aseguran ser desalojados injustamente de un espacio público que históricamente han ocupado para llevar a cabo sus actividades comerciales y afirman que la situación se torna más crítica durante eventos como bazares, donde enfrentan amenazas y la exigencia de pagos para poder continuar vendiendo en el lugar.
Insisten en que el andador es un espacio público y que no existen motivos justificados para su desalojo. Algunos de ellos han tomado la difícil decisión de abandonar la zona que por años habían recorrido, temiendo represalias por parte de aquellos que los han amenazado.
Los afectados solicitan la intervención de las autoridades competentes para investigar y poner fin a estas prácticas que afectan su sustento y la dinámica de un espacio destinado al disfrute público y esperan que esta denuncia conduzca a medidas efectivas que resguarden los derechos de los vendedores ambulantes y mantengan la integridad del andador Río de Janeiro como un lugar de convivencia pacífica para todos.