El destino legal de Mario Aburto Martínez, asesino confeso del excandidato presidencial Luis Donaldo Colosio, quedó en pausa nuevamente tras un empate en la votación de los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Con dos votos a favor y dos en contra del amparo que podría otorgarle la libertad, el proceso tendrá que esperar a una nueva decisión.
En la sesión del miércoles, los ministros Juan Luis González Alcántara Carrancá y Loretta Ortiz votaron a favor de conceder el amparo a Aburto, lo que le habría permitido anular su condena de 45 años impuesta en 1994. Sin embargo, los ministros Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Margarita Ríos Farjat se manifestaron en contra, lo que dejó el resultado en un empate. Como resultado, el caso será revisado por un ministro de la Segunda Sala de la SCJN para que se lleve a una nueva votación y se rompa el empate.
El ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, presidente de la Primera Sala, no participó en la votación debido a que estuvo involucrado previamente en el amparo relacionado con Othón Cortés, acusado de ser el segundo tirador en el asesinato de Colosio, lo que le impidió emitir su voto.
Margarita Ríos Farjat, una de las ministras que votó en contra del amparo, argumentó que no estaba de acuerdo con la propuesta de reabrir el proceso para permitir la participación de las víctimas del caso. Explicó que, en 1994, las normas no contemplaban un rol activo para las víctimas en los juicios penales y que, en su opinión, reabrir el caso podría prolongar innecesariamente el proceso y revictimizar a los afectados.
Por su parte, quienes votaron a favor de conceder el amparo sostienen que es necesario reponer el procedimiento, ya que consideran que la justicia no se aplicó correctamente en el caso de Aburto. La decisión final será clave para definir si Aburto podrá salir en libertad tras cumplir 30 años en prisión.
El caso de Mario Aburto ha generado controversia y debate desde el asesinato de Luis Donaldo Colosio en 1994, un momento que marcó un antes y un después en la historia política de México. Ahora, con esta nueva pausa en el proceso, su futuro procesal sigue en la incertidumbre hasta que la Corte emita una decisión definitiva.
