En los últimos años, México ha mostrado una realidad económica muy desigual. Por un lado, el número de millonarios en el país sigue creciendo, mientras que millones de personas viven en condiciones de pobreza. Esta situación plantea serios retos para el futuro del país.
La pobreza en México se define no solo por la falta de ingresos suficientes, sino también por la carencia de acceso a servicios básicos como educación y salud, limitando severamente las oportunidades de millones de personas. Según datos de Coneval, en 2022 aproximadamente el 36.3% de la población mexicana, equivalente a 46.8 millones de individuos, vivían en condiciones de pobreza extrema. Esta condición se caracteriza por tener tres o más carencias esenciales, lo que impide satisfacer incluso las necesidades básicas de alimentación adecuada.
La pobreza en México no sólo se mide por ingresos, sino también por el acceso a servicios como educación y salud. Muchas personas en situación de pobreza no tienen acceso a una educación de calidad ni a servicios de salud adecuados, lo que perpetúa el ciclo de la pobreza.
En contraste, el número de millonarios en México muestra una tendencia opuesta, proyectándose un aumento del 24% hacia 2028, según un informe de la Unión de Bancos Suizos (UBS). Actualmente, el país cuenta con 331,538 de personas con más de un millón de dólares en riqueza, cifra que se espera incremente a 411,652 en los próximos cinco años. Esta diferencia no solo refleja una creciente concentración de riqueza, sino también un aumento significativo en la desigualdad económica.
El 10% de los mexicanos concentra el 79% de la riqueza del país según el Reporte Mundial de la Desigualdad 2022
En México, la desigualdad va a aumentar de 68 a 72 puntos según el coeficiente de Gini. Este coeficiente es una medida entre cero y 100 que indica la distribución de la riqueza: cero significa igualdad total, donde todos tienen la misma cantidad de riqueza, y 100 significa desigualdad total, donde una persona posee todos los activos y los demás ninguno. Según UBS, esto posicionará al país entre los diez con mayor desigualdad a nivel mundial.
Los ultrarricos en México lo son, sobre todo, por décadas de gobiernos que han renunciado a regular su acumulación de poder e influencia. Once de los 14 ultra ricos mexicanos se han beneficiado y se siguen beneficiando de múltiples privatizaciones, concesiones y permisos que les ha otorgado el gobierno mexicano en las últimas décadas, lo que ha representado la transferencia masiva de riqueza de lo público a una pequeña proporción de personas en lo privado indica Oxfam en el informe "El monopolio de la desigualdad. Cómo la concentración del poder corporativo lleva a un México más desigual".
A nivel mundial, Estados Unidos lidera con aproximadamente 22 millones de millonarios, con un crecimiento proyectado del 16% hacia 2028. Esta comparación resalta la magnitud de la desigualdad en México, donde la concentración de riqueza continúa siendo uno de los desafíos más urgentes para el desarrollo equitativo y sostenible del país.
Iniciativas como el aumento del salario mínimo y la inversión en infraestructura son pasos importantes para mejorar las condiciones de vida de la población. La colaboración entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil es clave para lograr un cambio significativo.
La riqueza y la pobreza en México reflejan un contraste alarmante que debe abordarse con urgencia. Mientras crece el número de millonarios, millones de personas siguen luchando por salir adelante. Es crucial trabajar juntos para construir un país más justo, donde todos tengan la oportunidad de prosperar.