Al menos 300 migrantes centroamericanos se amotinaron en la instalación del Instituto Nacional de Migración (INM), conocida como "El Cupapé", en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, entre ellos hay mujeres, hombres y menores de edad.
Se manifestaron en el interior de las oficinas del INM y pidieron la presencia de autoridades y de medios de comunicación. Se quejaron por la falta de atención médica, agua, mantenimiento de las instalaciones y un supuesto caso de covid-19, además exigieron a las autoridades un mejor trato, comida, mejores condiciones para dormir y sobre todo que no sean regresados a sus lugares de origen.
Los inconformes gritaron, golpearon puertas y derribaron vallas metálicas de seguridad que los separaban de las oficinas y de la puerta principal que da hacia el exterior.
En México viven, según publica la ONU, 1.060.707 de inmigrantes, lo que supone un 0,83% de la población de México. La inmigración masculina es superior a la femenina, con 531.912 hombres, lo que supone el 50.14% del total, frente a los 528.795 de inmigrantes mujeres, que son el 49.85%.
La semana pasada, el gobierno de México informó que más de 300 migrantes centroamericanos, de los cuales 114 eran menores no acompañados, fueron encontrados en condiciones de hacinamiento en tres camiones en el sur del país.
Los vehículos fueron detectados el jueves en una carretera de Tuxtla Gutiérrez, por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y efectivos de la Guardia Nacional.
La mayoría venía de Guatemala, el resto era de Honduras, y no pudieron comprobar su condición de estancia regular en México.
