El 25 de mayo de 2021, Omar Plancarte, candidato a la presidencia municipal de Uruapan, fue secuestrado. A la fecha la Fiscalía General de Michoacán desconoce su paradero.
Este es uno de los miles de casos detenidos en la fiscalía estatal, al momento hay 20 fichas de búsqueda y recompensa vigentes de presuntos responsables de homicidios. La inatención se replica en otras partes del país.
De acuerdo con el más reciente informe presentado por la organización Civil, Impunidad Cero, la probabilidad de que un delito se denuncie y esclarezca es de tan solo 1%.
El indicador disminuye en Guerrero (0.1%), Quintana Roo (0.25%) y Aguascalientes (0.26%). ¿A qué se debe? A la falta de confianza.
En promedio solo el 12.4% de la población confía en los ministerios públicos. La Ciudad de México (4.2%), Puebla (6.2%), Estado de México (7.3%) y Tlaxcala (7.4%) son los peor calificados. En 2020 se registró la cifra negra más alta en delitos no denunciados, alcanzando el 93.3%.
De los casos que sí fueron denunciados, el 47% no tuvieron avance en la investigación y solo el 4.6% llegó al juez.
Las fiscalías de Guanajuato (37.4%), Chiapas (35.6%), Querétaro (29.2%) y Baja california 27.1%), son las instituciones con mayor efectividad, en contraste Guerrero (3.5%), Aguascalientes (4%), Quintana Roo y Baja California Sur (ambas 4.8%) son las peor evaluadas.
Especialistas señalan que la solución está en la homologación de las fiscalías, capacitación del personal y presupuesto suficiente, sin embargo el último año, se redujo al 2% el presupuesto de las mismas.