Como cada año miles de ciudadanos acuden al santuario de Nuestra señora de Guadalupe en su día para cumplir una manda, tal es el caso de la señora Francisca Olivia.
Desde hace siete años sube de rodillas cada uno de los escalones de La Lomita, con sacrificio, dolor y fe.
El casi perder la vida hace 32 años cuando nació su hijo menor la hizo prometer que cada año por tiempo indefinido vendría a cumplir esa manda, pero fue hasta hace siete años cuando comenzó a cumplirla.
La señora Olivia no está sola, pues a su lado siempre la acompaña su fiel esposo quien sin decir nada camina a su mismo paso.
Al llegar besa la el piso y mirando al cielo da las gracias a la morenita del Tepeyac por un año más.
Así como Olivia cada 12 de diciembre acuden los ciudadanos a cumplir mandas, a raíz de que se han tenido que enfrentar a obstáculos difíciles durante su vida.