La ola de violencia que está enfrentando Sinaloa ha causado grandes estragos en los destinos turísticos de la región, ejemplo de esto son los puertos de Altata y Mazatlán.
Los restauranteros de Altata mencionan que la actividad económica depende completamente del turismo, especialmente de las visitas que llegan de Culiacán, pero la situación de inseguridad ha generado miedo en la ciudadanía a trasladarse en las carreteras del Estado.
Los comerciantes afirman que las ventas han caído en un 100 por ciento, muchos dueños de negocios han tomado la decisión de descansar a su personal indefinidamente e incluso algunos trabajadores mencionar que no le pagan su sueldo desde hace dos semanas.
En cuanto a los apoyos que el Gobierno de Sinaloa activo para los comercios, la líder de restauranteros del Muelle 33 Paloma Olivares Valenzuela comentó que algunos comerciantes comentaron que les parecía muy complicado el tema de los requisitos y los plazos de pago.
En un caso similar se encuentra Mazatlán donde la ocupación hotelera ha bajado hasta quedar en 40 por ciento, al respecto la Asociación de Hoteles y Moteles del puerto ha estimado una pérdida económica de mil millones de pesos.
Mientras el Sindicato de Pulmonías, transporte local del puerto, informó que actualmente se encuentran trabajando a un 40 por ciento, derivado de la situación violenta que ya lleva un mes en el estado.
Al ser el principal destino turístico de Sinaloa, y el quinto destino turístico más concurrido en el país, Mazatlán tardó en verse afectado por esta situación sin embargo el repunte de privaciones de la libertad y los constantes bloqueos en la carretera Mazatlán-Durango han inhibido el turismo.