Luego de la marcha del nueve de marzo en Culiacán, un grupo de mujeres acusaron a policías de agredirlas cuando regresaban de Palacio de Gobierno.
Señalan que mientras caminaban de regreso al centro, fueron perseguidas por policías sin razón alguna, incluso intentando esposar y subir a una patrulla a algunas de ellas.
Ante esta situación se creó un conflicto grave donde hubo jaloneos y golpes entre las manifestantes y la autoridad. Finalmente los policías no arrestaron a ninguna de estas mujeres, y tras seguirlas en su camino por unos minutos más dejaron avanzar al contingente.
Al considerar que existió abuso de poder por parte de los elementos policíacos, entre los que había también mujeres, las feministas acudieron a interponer una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos para que se le dé seguimiento al caso.
Al respecto el Presidente Municipal de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro dijo respetar las manifestaciones que se han dado en los últimos días en torno a la exigencia de justicia para las mujeres víctimas de violencia.
Sin embargo reprochó a quienes se cubrieron el rostro para protestar, por considerarlo un acto cobarde.
En ese sentido pidió que se haga una investigación pertinente en torno a esta situación para determinar si hubo o no responsabilidad por parte de la autoridad, o por parte de las feministas, para que haya las sanciones correspondientes.
"Esa no es una forma de manifestarse, y toda manifestación violenta es reprochable socialmente hablando, aparte lo legal
No se vale hacer ese tipo de cosas porque pues la verdad no habla bien del movimiento y lo desprestigian, porque algo tan auténtico como querían hacerlo: un movimiento pacífico, de protesta contra lo que ha estado pasando contra las mujeres, y que era prácticamente de inmovilidad se convirtió en un evento violento, agresivo y sin ningún sentido".
Con información Kathia Valdez