El suicidio es un problema de salud pública que va en aumento en el estado, por ello, se refuerza la estrategia para la prevención del suicidio a través de la detección y atención temprana a la comunidad.
A decir del director de salud mental de la SSM, Carlos Alberto Bravo, en 2005 se tenía en la entidad una tasa de incidencia por suicido del 3.8, mientras que en 2022 la tasa es de 10.6 puntos porcentuales por cada 100 mil habitantes fallecidos al año a consecuencia de esta causa.
Por eso, se conjuntaron esfuerzos para abordar esta problemática de salud desde la participación comunitaria, sectorial de gobierno, iniciativa privada y todas las instituciones privadas, para poder llegar a esas personas que están en condición de intento suicida.
Reconoció que es lamentable este crecimiento y que se trabaja en un modelo de atención temprana a través de la prevención consumo de sustancias involucrando a padres, madres de familia; así como maestros a través de la implementación de cuestionarios de tamizaje.
Además de la reconversión en centros de salud y hospitales de la SSM con modelos de atención a la salud mental que permitan brindar a la población, con algún trastorno mental, atención oportuna, siempre apegados al respeto de sus derechos humanos, sin aislamiento e integración inmediata a su vida laboral o escolar.
Dijo que la empatía y la no estigmatización son de las principales herramientas de apoyo para una persona con intento suicida, acción que puede cambiar su condición de vida.
Invitó a madres y padres de familia a estar vigilantes con sus hijos e incentivarlos a mantener actividad física constante, buena higiene del sueño, comunicación óptima con familiares, evitar abuso de sustancias como alcohol o tabaco.
En caso de presentar estado de ánimo bajo, incapacidad para disfrutar las cosas, sentirse enojado sin razón, sentir que ya no aguantan estar sin poder hacer su vida normal, miedo intenso, insomnio o fatiga intensa, acudir a solicitar ayuda profesional de manera inmediata, antes de que sea tarde.