Reportan 15 robos en escuelas de Culiacán durante la contingencia

El pasado viernes 20 de marzo los alumnos de todos los niveles tomaron clases presenciales por última vez, como un adelanto de las vacaciones de semana santa, sin tener idea de que el ciclo escolar tendría que terminar en línea, a través de dispositivos electrónicos y no en sus aulas, cercanos a sus maestros y compañeros a causa del COVID-19.

Desde entonces las escuelas permanecen vacías, y a tres meses de no recibir a los alumnos, lucen desiertas y silenciosas, sin esas características risas y el bullicio de los niños deseosos de aprender.

Mientras que algunas escuelas han permanecido prácticamente abandonadas, dejando que el polvo y las hojas de los árboles se acumulen, otras más han aprovechado para dar mantenimiento a sus espacios, mejorando los jardines, pintando las aulas y fachadas, y conservando limpias todas las instalaciones para estar preparados para el próximo regreso a clases que aún no tiene fecha.

Sin distinción alguna, la soledad que embarga a las escuelas ha servido de pretexto para que los delincuentes aprovechen para ingresar en los planteles a robar desde cableado y tuberías, hasta equipos de cómputo, aires acondicionados, proyectores y bocinas, que son parte del inventario de los espacios educativos. 

De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, hasta el momento se han reportado 15 casos de escuelas que han sido vandalizadas, incluso, algunas de ellas en más de una ocasión.

Brincándose bardas, forzando cerraduras y rompiendo ventanas, los ladrones han logrado extraer diversos artículos que a la fecha no han sido contabilizados, ni se tiene un estimado de cuánto representan económicamente, pero todo ello ha obligado a los directivos a reforzar la seguridad, colocando más rejas o candados, y realizando visitas más frecuentes a los planteles, ya que todavía faltan por lo menos un par de meses antes de que se regrese la actividad a las escuelas, lo cual no garantiza que dejarán de ocurrir este tipo de hechos delictivos, pero si disminuye la posibilidad de que ocurran.